Beca Las Luciérnagas/Palabras que cuentan
Tapachula, Chiapas
Nací al sur de México entre la costa y un volcán. Quizá por eso nunca he terminado de entender de dónde soy en realidad. Me mudé a la Ciudad de México a estudiar literatura y ahí descubrí un mundo del que no sabía nada y a la vez del que había formado parte toda mi vida: me di cuenta de que venía de un lugar en el que aunque los libros no abundaban, habíamos aprendido a contar historias con la voz. Esa es la razón por la que me interesan todos los procesos creativos que involucran la oralidad, las escrituras testimoniales y a las mujeres.
Busco todas las maneras en las que pueda estar cerca de los libros: escribiendo, editando, leyendo en comunidad. Me emocionan todas las conversaciones que la literatura puede abrir tanto hacia el pasado como el futuro. Durante la pandemia me metí de lleno a aprender sobre la Tierra, sus procesos y temporalidades; y los libros que hablan sobre los ríos, los bosques y aquello que es más grande que nosotros mismos se volvieron mis favoritos. Eso mismo me llevó a hacer pan y a fermentar. Espero un día poder mudarme al campo con mis masas, mis frascos y mis gatos.
I was born in the south of Mexico in a city between the shore line and a volcano. That could be the reason why I have never fully understood where I am from. I went to Mexico City for university and while there, discovered a new world that paradoxically was always part of me: coming from a place where there were almost no books, we learned to tell stories with our voices. This is the root of my interest in creative processes that involve orality, testimonies and women.
I try to be as close to books as I can: writing, editing, reading in communities. The possible conversations that literature opens both with the past and the future are what excite me the most. During the pandemic, everything about the Earth, its process and eras captured my imagination, and books about rivers, forests and all that’s bigger than us became my favorites. This also led me to make bread and learn how to ferment. I hope one day I can move to the countryside with my jars, my sourdough starter and my cats.